
1. Fuentes oficiales. Espacios en la web donde organismos oficiales publican información que podemos tomar con confianza. Por ejemplo, el Centro de Prensa de la Organización Panamericana de la Salud, donde podemos acceder a información actualizada sobre alertas epidemiológicas. Recomendaciones: Citar (y linkear) la fuente. Tener en cuenta que aunque sea oficial, puede estar desactualizada. Un llamado telefónico o un e-mail a la persona a cargo servirá para actualizarnos y validar la información.
2. Páginas de ONGS . La información publicada en las páginas de organismos como Amnesty puede ser reproducida, con los mismos recaudos del caso anterior. Por ejemplo, puedo descargar el informe sobre el estado de los derechos humanos en el mundo (2011) para elaborar una nota al respecto.
También resultan muy útiles resultados de investigaciones publicadas por instituciones académicas o institutos de investigación.
3. Otros medios. Por supuesto, otros medios digitales serán siempre una fuente para nuestro trabajo. Lo importante es chequear la información con una fuente propia para evitar errores en cadena.
4. Testimonios directos de personas en el lugar de los hechos.Por ejemplo, cuando ocurrió el terremoto de Fukushima, Twitter se transformó en una fuente de información dinámica, en la cual los propios protagonistas del desastre contaban al mundo lo que estaba pasando.
Atención: Para ofrecer mayor certeza al lector, debemos buscar fuentes de primera mano que validen lo que estén diciendo las fuentes publicadas on line. Si es una noticia de último momento, podemos aclarar el origen de las fuentes y avisar al lector que se sigue trabajando para chequear la información. Así, informamos de manera rápida (una premisa de este medio), pero a la vez blanqueamos en qué estado se encuentra la investigación. Para saber más sobre este tipo e "actualizaciones", consultar el capítulo 6 de Periodismo 2.0.
5. Otros contenidos generados por usuarios (videos, fotos, textos).
Importante: Antes de publicar un video o una foto de un "amateur" debemos seguir, al menos, los siguientes pasos: chequear bajo qué licencia está publicado el material y si corresponde pagar al autor; pedir permiso al autor; citar siempre al autor, chequear con otras fuentes que el material sea fiel reflejo de la realidad (para evitar el error de Olé). Si fuera un menor, como en los casos de los fotolog de Florencia Kirchner o la víctima de un accidente de tránsito, Francisco Vrech, pedir permiso a sus padres.
6. Opiniones, información o datos de figuras públicas en sus propias páginas personales o en sus cuentas en redes sociales. Sugerencia: llamar a la persona o a sus asesores de prensa para avisarles qué información estamos publicando y ofrecer la oportunidad de aclarar o actualizar aquello que estemos levantando de su página. Importante: chequear que no se trate de una página falsa. Twitter ofrece un servicio de cuentas verificadas.
La regla de oro: citar y linkear siempre.
Esta tipificación no pretende ser exhaustiva, completa ni final. La idea es poder construir entre
todos un manual de buenas prácticas para los periodistas digitales con la misión de ser siempre rigurosos con la información.
¿Qué otras fuentes web se han convertido en parte de nuestro trabajo cotidiano y qué cuidados creen que deberían tener los periodistas y editores a la hora de usarlas?
La foto pertenece a Adriana Paiva en su galeria de Flickr
